Vodafone sigue reforzándose
Hacer frente a Telefónica y su nueva red de fibra óptica le
costará a Vodafone 7.200 millones de euros.
Si los accionistas de ONO resuelven
a lo largo de este fin de semana sus diferencias y venden la compañía sin sacarla
a Bolsa, el grupo británico será el segundo mayor operador en el mercado
español de banda ancha fija, como ya lo es en el de la telefonía móvil.
Vodafone, como Telefónica, necesita protegerse de la
competencia a base de absorber rivales o, al menos marginarlos.
El mercado,
señalan en un diagnóstico con el que coincide el Ministerio de Industria, está
atomizado en exceso. Por culpa de los pequeños operadores, a los gigantes del
móvil les queda cada vez menos espacio en el negocio y han puesto todas sus
energías en blindar a sus clientes con servicios integrados que además de la
voz y los datos en el móvil incluyan el teléfono fijo en casa, internet a alta
velocidad y televisión.
Los movimientos corporativos que puede desencadenar la
absorción de ONO por Vodafone podrían afectar a un gran número de empresas, que
van desde rivales directos como Orange, Jazztel o Yoigo; cableras como
Euskaltel o R o incluso cadenas de televisión como Digital Plus.
En el origen de todo está que el móvil ha dejado de ser un coto
de pocos operadores. A pesar de que ya en 2013 han pasado a regalar
prácticamente los servicios de voz y los SMS en el móvil, ni Vodafone ni
Telefónica han logrado contener la pérdida de clientes.
Los precios de la
telefonía marcaron el pasado mes de febrero la mayor bajada en tasa interanual
dentro de la cesta de productos que mide el IPC al caer un 6,8%.
El mercado tampoco lo compensó creciendo. Cerró 2013 con
51,87 millones de líneas tras perder 1,01 millones, lo que supone una reducción
del 1,9% respecto al nivel alcanzado un año antes, según datos de la Comisión
de los Mercados y la Competencia (CNMC).
Movistar perdió dos millones de
clientes y Vodafone perdió 1,36 millones. Excepto para el caso de Yoigo,
prácticamente todos ellos fueron a parar a distintos Operadores Móviles
Virtuales (OMV), que, con Jazztel y ONO a la cabeza, sumaron 2,35 millones de
clientes.
En el lado contrario, las líneas de banda ancha aumentaron
en 659.218 conexiones durante 2013, lo que representa un incremento del 5,7%.
Pero la competencia sobre la red tradicional es también muy intensa para los
más grandes.
Aunque Telefónica domina el mercado con más del 46% de las líneas,
los operadores alternativos captaron ocho de cada 10 nuevos clientes que
establecen una conexión a Internet en su casa. Aunque la red es de Telefónica,
el antiguo monopolio está obligado por la CNMC a alquilarlo a precios regulados
a sus rivales.
Así es como los más grandes parecen haber optado por crecer
a gran escala y blindarse frente a la competencia integrando el móvil en
ofertas de servicios más amplias y operando en redes propias si quieren seguir
manteniendo su dominio.
La oferta por ONO supondría pagar algo menos de 1.000
euros por cada hogar a los que accede la cablera, que acumuló una deuda
superior a 3.000 millones de euros a la hora de pagar su despliegue a siete
millones de hogares.
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