Por este móvil sí me cambio yo de smartphone
Tiene el tamaño de una chocolatina, pero al pulsar en un discreto botón, se despliega una una pantalla de más de siete pulgadas. La pantalla, similar a la de una tableta, estaba enrollada en el interior del cuerpo principal, que alberga también la batería, y no es necesario tocarla para desplazarse por los diferentes elementos.
La escena es ciencia ficción, claro, pero no estamos muy lejos de conseguir un ¿móvil? como el que ilustra esta página. Portátil, compacto, flexible y mucho más inteligente de lo que ahora consideramos como un smartphone.
Los elementos necesarios para crearlo ya existen, aunque faltan unos años para que sean comercialmente viables. Estudiando las patentes de los grandes fabricantes, es posible intuir que éste es el camino que tomarán los móviles en un futuro cercano. Se disolverán las barreras entre teléfono y tableta gracias a las pantallas flexibles y serán tan inteligentes que reconocerán nuestra voz y nuestro rostro. Incluso entenderán los gestos realizados frente a la pantalla y no sólo sobre ella, gracias a cámaras con sensores tridimension ales como las que ahora usan dispositivos de control de videojuegos como Kinect. El tacto nos parecerá una forma arcaica de comunicarnos con nuestros dispositivos.
Tres tecnologías recientemente patentadas dan una idea de lo que podríamos ver en un futuro cercano. Es muy probable que en su teléfono, por ejemplo, tenga puesta una clave de seguridad, unos números o un gesto con el pulgar que le permite proteger su información en caso de robo o extravío. Es recomendable tenerla siempre activa, pero también puede resultar un fastidio. Cada vez que queremos acceder a una app, aunque sea sólo para una consulta rápida, hay que meter el dichoso código.
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